Cada fin de año, el aguinaldo llega como un alivio a nuestras finanzas personales y como una tentación latente. Sin embargo, especialistas coinciden en que este ingreso puede convertirse en la primera decisión financiera inteligente del próximo año.
En un contexto donde la inflación sigue encareciendo la vida diaria y las deudas personales absorben una parte creciente del ingreso, destinar el aguinaldo de manera estratégica ya no es una recomendación: es una necesidad. La diferencia entre cerrarlo con estabilidad o con presión económica suele estar en cómo se administra ese dinero adicional.
De acuerdo con Grupo Viraal, firma especializada en educación y planeación financiera para jubilados, pensionados y trabajadores del sector público y privado, existen ejes clave para darle propósito al aguinaldo:
Divide y vencerás: según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), una estrategia efectiva consiste en distribuir el dinero en proporciones claras: 40% para el pago de deudas, 30% para ahorro o inversión, 20% para gastos personales o de temporada, y 10% para gustos o celebraciones. Esta fórmula permite disfrutar sin poner en riesgo las metas financieras del año siguiente.
Ahorra o invierte con visión: datos de OCC muestran que el 50% de los trabajadores destinará su aguinaldo a pagar deudas, mientras que el 31% planea ahorrar. Adoptar una mentalidad que combine disfrute y planeación no solo libera compromisos, sino que abre la puerta a un año más estable y con mayor margen de maniobra económica.
Da propósito a tu aguinaldo: el mismo estudio de la OCC revela que el 57% de los trabajadores ve en este ingreso una oportunidad para avanzar en proyectos personales o emprender. Utilizar parte del aguinaldo como capital para un negocio o para capacitarse puede traducirse en ingresos adicionales y mayor seguridad financiera.
“El ahorro es una fuerza silenciosa que transforma realidades. Más que guardar dinero, se trata de generar estabilidad y confianza, abrir oportunidades y fortalecer comunidades”, afirma Óscar Berumen, director general de Grupo Viraal.
Sin duda, el aguinaldo llega como un respiro que muchos esperan para cumplir pendientes, regalarse algo o simplemente aliviar la carga acumulada de meses difíciles. Pero también es un momento que nos invita a reflexionar que la vida cambia en un segundo y que tener un margen financiero puede marcar la diferencia entre atravesar un problema con angustia o con serenidad.
Cada familia vive su propio fin de año: algunas celebran con abundancia, otras hacen cuentas para que alcance todo y muchas más intentan equilibrar lo urgente con lo necesario. Por eso, pensar en el aguinaldo como una herramienta puede ser un acto de autocuidado, pues el reto no está en cuánto recibimos, sino en cómo elegimos transformar ese recurso en algo que nos dé tranquilidad más allá de diciembre.
